El trabajo musical en solitario de Miguel A. García se basa en la composición electroacústica, utilizando como medio principal residuos de dispositivos electrónicos, incluyendo aquellos que posteriormente permitiran su reproducción. En ocasiones estos sonidos aparecen combinados, a veces de manera obvia y a veces indiferenciada, con grabaciones de campo e instrumentos acústicos. En las actuaciones en directo a menudo se utilizan sistemas multicanal, en busca de una experiencia inmersiva.
